Literatura, cine y música sufren pérdidas clave a nivel mundial
MADRID.– El año 2025 quedará marcado como un periodo especialmente duro para el mundo de la cultura. La muerte de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, ha sido uno de los golpes más profundos, pero no el único. A lo largo del año se han sucedido las despedidas de figuras esenciales de la literatura, el cine, la música, la moda y la fotografía, dejando un panorama de ausencias que atraviesa varias generaciones y disciplinas.
El fallecimiento de Vargas Llosa, a los 89 años, supuso el adiós a uno de los grandes nombres del boom latinoamericano. Autor de obras clave como La ciudad y los perros o La fiesta del chivo, su influencia literaria y política marcó décadas de debate cultural en lengua española. Con él se cierra una etapa histórica de la narrativa iberoamericana.
El cine ha sido otro de los ámbitos más golpeados. En España, la muerte de Verónica Echegui sorprendió por su prematura desaparición y dejó inconclusa una carrera intensa y versátil. A ella se suman nombres fundamentales como Eusebio Poncela, actor ligado al cine de Pedro Almodóvar; Celso Bugallo; Juan Margallo; Tony Isbert; Manolo Zarzo o Mariano Ozores, Goya de Honor en 2016. Sus trayectorias ayudan a entender la evolución del cine y el teatro español desde la Transición hasta hoy.
En el plano internacional, 2025 también se llevó a figuras de enorme peso simbólico como Diane Keaton, David Lynch, Robert Redford y Brigitte Bardot. A esta lista se añaden intérpretes como Claudia Cardinale, Joan Plowright, Diane Ladd, Émilie Dequenne o Michelle Trachtenberg, reflejo de distintas épocas y estilos del cine mundial.
La música tampoco escapó a esta sangría cultural. La muerte de Robe Iniesta, líder de Extremoduro, supuso un golpe para el rock español, que perdió a una de sus voces más influyentes y personales. También fallecieron Jorge Martínez, referente de Ilegales, y Manuel de la Calva, histórico integrante del Dúo Dinámico. En el ámbito internacional, se despidió a artistas como Ozzy Osbourne, D’Angelo, Roberta Flack, Paquita la del Barrio o Perry Bamonte, guitarrista de The Cure.
La moda perdió a Giorgio Armani, símbolo del diseño italiano y de una forma elegante y sobria de entender el vestir. El flamenco dijo adiós a La Chunga, bailaora y pintora irrepetible. Y la fotografía quedó huérfana con las muertes de Sebastião Salgado, Oliviero Toscani y Anna Turbau, miradas que ayudaron a contar el mundo desde ángulos muy distintos.
Más allá de nombres y disciplinas, 2025 deja la sensación de un relevo acelerado. Se van referentes que definieron la cultura contemporánea y queda el reto de preservar su legado en un tiempo que avanza sin pausa.
