Sin acuerdo en Washington, el “shutdown” récord en EE. UU. afecta al tráfico aéreo en 40 aeropuertos


En Washington, las negociaciones para votar el presupuesto y permitir la normalización de los servicios federales siguen estancadas, sin previsión de acuerdo entre republicanos y demócratas. Con el cierre, varias agencias públicas se quedan sin recursos para funcionar con normalidad.

Esta paralización inédita llevó a la agencia responsable del control aéreo en el país, la FAA, a determinar la reducción del tráfico en 40 de los principales aeropuertos estadounidenses. Como consecuencia, las compañías aéreas cancelaron cientos de vuelos y modificaron los horarios.

La FAA pidió a las empresas que redujeran en un 10 % el número de aterrizajes y despegues en aeropuertos como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Atlanta, siendo este último el más transitado del mundo. La medida se justifica por cuestiones de seguridad. Los controladores aéreos, que son pagados con fondos federales, están sobrecargados. Además de que muchos técnicos han sido despedidos por falta de fondos, están trabajando sin recibir su salario.

La reducción también afectará a los vuelos internacionales, que pueden sufrir retrasos y cambios de horario.

La justicia obliga al gobierno a pagar el programa de asistencia alimentaria

En medio del estancamiento, un juez federal del estado de Rhode Island determinó que el gobierno de Trump debe encontrar recursos para pagar íntegramente el beneficio del SNAP, el principal programa de asistencia alimentaria de Estados Unidos.

La decisión se tomó después de que ayuntamientos y organizaciones sin ánimo de lucro demandaran al gobierno. Argumentaron que el plan de pagar solo el 65 % del valor máximo del beneficio dejaría a millones de familias sin ingresos este mes.

El gobierno alegó que no podía realizar la transferencia debido al cierre y llegó a anunciar que no habría pagos en noviembre.

Pero la justicia intervino y ordenó al Ejecutivo utilizar fondos de emergencia, alrededor de 4.600 millones de dólares, para pagar la prestación. Aun así, la Casa Blanca presentó un recurso para intentar revocar la decisión.

En respuesta a la decisión judicial, el presidente Donald Trump dijo a los periodistas el jueves que el veredicto es “una decisión absurda”. Afirmó que un juez federal no puede decirle al Gobierno qué hacer durante un cierre provocado por los demócratas.

Trump dijo que el objetivo de los republicanos es la reapertura del Gobierno. El presidente estadounidense también declaró que no actuará bajo las órdenes de un tribunal, sino de acuerdo con lo que considere necesario para mantener la administración federal funcionando dentro de la ley.

Impasse político y disputa por el poder en Washington

Este cierre es diferente a los anteriores porque el impasse va más allá de la disputa por el presupuesto. Representa un pulso político entre el Congreso y el presidente Donald Trump.

Los demócratas están siendo presionados por su propia base para que se enfrenten al Gobierno con más firmeza, tras meses de críticas por ceder a los acuerdos con los republicanos. El líder del partido en el Senado, Chuck Schumer, fue duramente criticado a principios de año por apoyar una propuesta republicana que evitó un cierre anterior. Ahora, ha decidido endurecer el tono.

El partido exige la renovación de los subsidios que ayudan a las familias de bajos ingresos a pagar el plan de salud. Los demócratas argumentan que estos beneficios están a punto de expirar. Los republicanos, por su parte, afirman que el tema solo podrá discutirse después de la reapertura del gobierno.

Además, los demócratas quieren limitar el poder de Trump para utilizar órdenes ejecutivas para decidir el destino de los fondos federales. El presidente ha utilizado estas medidas, que no pasan por el Congreso, para recortar fondos en áreas como la ayuda internacional y los programas sociales.

Por lo tanto, no se prevé un acuerdo. El impasse ya no es solo sobre el dinero, sino sobre quién tiene el control político en Washington.

Las negociaciones vuelven a estancarse en el Senado

Tras algunos indicios de avance, las negociaciones volvieron a estancarse en el Senado. Los dos partidos llegaron a discutir un acuerdo bipartidista para reabrir el gobierno, pero el jueves por la noche los demócratas bloquearon la votación que los republicanos tenían previsto celebrar el viernes.

El motivo es el mismo. El Partido Demócrata exige garantías concretas de que el Congreso abordará la cuestión de las subvenciones sanitarias, que benefician a millones de estadounidenses. Sin esa promesa, afirman, no apoyarán la propuesta republicana.

Los líderes del Partido Republicano dijeron que habían incluido parte de las demandas demócratas en la nueva propuesta, pero sin resolver inmediatamente el tema del seguro médico.

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