EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El presidente del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel), Guido Gómez Mazara, destacó la importancia de que República Dominicana sea sede de la 81ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El funcionario señaló que la asamblea representa una oportunidad para reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación, los riesgos que enfrentan y su función como contrapeso democrático en las sociedades modernas.
Gómez Mazara indicó que desde el Indotel se ha iniciado una reflexión profunda sobre temas vinculados a la desinformación, las noticias falsas y los factores que han distorsionado el espíritu original de la información veraz, elementos que deben analizarse críticamente debido a su impacto en la percepción pública y en la calidad del debate democrático.
“En República Dominicana, el 62 % de la información que circula en las redes sociales es falsa y el 70 % de las personas la reproducen sin leerla. Esto es grave, considerando que el 88.5 % de la población tiene acceso a internet, lo que equivale a 10.4 millones de personas, y que una información falsa circula seis veces más rápido que una verdadera”, afirmó.
El funcionario ofreció estas declaraciones durante su participación en la edición especial del programa Nuevo Diario AM, transmitido en el marco de la 81ª Asamblea General de la SIP, en Punta Cana, a través de la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
Gómez Mazara subrayó que la manipulación informativa no solo afecta al ámbito político, sino a todos los sectores de la sociedad, por lo que consideró indispensable aprovechar este espacio de la SIP para fomentar un debate profundo sobre la verdad, la libertad y la responsabilidad en el ecosistema comunicativo contemporáneo.
En ese contexto, insistió que el mundo atraviesa una era dominada por la manipulación informativa, lo que plantea grandes desafíos para la democracia.
Observó que la Ley 61-32 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento se ha vuelto técnicamente obsoleta, ya que proviene de un modelo legislativo francés antiguo y no se ajusta a la velocidad con que han evolucionado los medios y las tecnologías de comunicación. Sin embargo, la sociedad no lo ve de esa manera
Por tanto, afirmó que las iniciativas legislativas y las impugnaciones que se han presentado en torno a su modificación deben orientarse a garantizar que los ciudadanos comprendan que actualizar la ley no significa limitar derechos fundamentales, sino fortalecer la libertad de expresión frente a los nuevos retos tecnológicos.
“Yo creo que, en este caso, la iniciativa legislativa e impugnaciones legítimas que se han hecho, tienen que hacer un esfuerzo, para que todo ciudadano entienda que la modificación de ley no es un acto enmascarado para conculcar derechos fundamentales ni para restringir”, expresó.
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