Guillermina Selma, defensora de los derechos de los animales. (Foto: Fuente interna)
EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – La defensora de los derechos de los animales, Guillermina Selma, alertó sobre el doble efecto que tienen las redes sociales en las causas animalistas, señalando que estas plataformas pueden ser herramientas de gran valor para la educación y la concienciación, pero también pueden convertirse en medios que fomentan prácticas dañinas contra los animales y la fauna silvestre.
“Las redes sociales son como un arma: todo depende del corazón de la persona que las utilice. Pueden servir para crear o para destruir”, expresó Selma, quien destacó que el uso responsable de plataformas como Facebook, Instagram y X (antes Twitter) es determinante en la protección del medioambiente y los animales.
La activista explicó que, en los últimos años, ha observado cómo las redes se han convertido en canales donde se promueven actividades ilegales como el comercio de especies exóticas o en peligro de extinción, así como la normalización de tener animales silvestres como mascotas.
“He visto publicaciones donde se ofrecen guacamayos, culebras exóticas o incluso un oso hormiguero, animales que no deberían ser vendidos ni mantenidos en condiciones domésticas. Cuando estas especies se enferman o mueren por falta de atención especializada, es el resultado de un mercado ilegal que se alimenta precisamente de la exposición en redes sociales”, subrayó.
Selma ofreció esas informaciones durante una entrevista realizada por la tanatóloga Krismeli Brito Padilla, en el programa “Con la Dra. Controversia”, transmitido a través de la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
En ese sentido, advirtió sobre la promoción irresponsable de videos y fotografías en los que personas exhiben cocodrilos u otros animales salvajes como si fueran mascotas. “El cocodrilo no es un perro. Lamentablemente, cuando un animal salvaje ataca a su dueño, la culpa no es del animal, sino del ser humano que lo sacó de su entorno natural”, enfatizó.
Asimismo, criticó el impacto negativo de ciertos creadores de contenido o fotógrafos que, con el afán de conseguir “likes” o seguidores, alteran el hábitat natural de las especies silvestres. “Hay quienes se acercan a nidos de aves en peligro, usan flash de noche o interrumpen su entorno solo por conseguir una foto. Esa búsqueda de atención puede provocar que los animales abandonen sus crías o se desorienten”, explicó.
La defensora insistió en la necesidad de utilizar las redes sociales con conciencia y responsabilidad, destacando que también pueden ser una gran herramienta educativa si se emplean para fomentar el respeto, la conservación y la protección de todas las especies.
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