Se apaga una estrella: fallece Claudia Cardinale


La icónica actriz italiana, símbolo de una era dorada del cine, muere a los 87 años.

El mundo del cine está de luto. Claudia Cardinale, la actriz que definió la era dorada del cine italiano y conquistó la pantalla grande con su belleza y talento, ha fallecido a los 87 años. 

Su agente, Laurent Savry, confirmó la triste noticia, revelando que la estrella francoitaliana murió “junto a sus hijos” en Nemours, cerca de París, el lugar que había sido su hogar. 

No se han especificado las causas de su deceso, pero la noticia ha resonado en el corazón de los amantes del cine en todo el mundo.

Cardinale no era solo un rostro bonito. Se labró una carrera formidable a base de carácter y versatilidad, convirtiéndose en la musa de directores legendarios como Federico Fellini, Luchino Visconti y Sergio Leone

Su presencia en la pantalla era magnética, y su habilidad para interpretar una amplia gama de personajes la catapultó al estatus de ícono internacional. “Nos deja el legado de una mujer libre y llena de inspiración tanto en su trayectoria de mujer como de artista”, declaró Savry en un comunicado que, por el momento, no ha detallado la fecha ni el lugar del funeral.

Nacida en La Goleta, Túnez, el 15 de abril de 1938, Cardinale era hija de una francesa y un siciliano. Su salto a la fama llegó de la forma más inesperada: a los 17 años ganó un concurso de belleza que le abrió las puertas del Festival de Cine de Venecia

Allí, su belleza natural y su carisma capturaron la atención de los directores, quienes vieron en ella a la próxima gran estrella del cine. 

A pesar de su acento francés y de no dominar el italiano a la perfección en sus inicios (hablaba siciliano y árabe), fue en Italia donde forjó una carrera brillante.

A los 22 años, su talento ya estaba en pleno apogeo. Luchino Visconti la eligió para un papel en Rocco y sus hermanos (1960), y tres años más tarde le dio uno de sus papeles más icónicos: Angélica en El Gatopardo (1963), donde compartió escena con Alain Delon y Burt Lancaster. 

Su éxito trascendió las fronteras europeas. Cardinale también dejó su huella en Hollywood, protagonizando películas como La pantera rosa (1963) de Blake Edwards y Las profesionales (1966), donde volvió a trabajar con Burt Lancaster. 

Su carrera fue un testimonio de que el talento y la determinación pueden superar cualquier barrera. Su legado perdurará en la memoria colectiva del cine, un recordatorio de la época en que la pantalla se iluminaba con la presencia de una verdadera estrella.



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