El húngaro Vajda Zoltan Attila, conocido como ‘Tyler’ en el ámbito circense, reconoció que incurrió en el delito de tocamientos indebidos en agravio de la artista Korina Rivadeneira y se acogió a la terminación anticipada.
Con la terminación anticipada, Vajda Zoltan Attila busca no ir a prisión. Y es que por admitir su conducta ilícita y acogerse a esta figura la pena que se le iba a imponer se reduce en 1/6. La pena por tocamientos indebidos es de entre 3 y 6 años. Incluso si se le impusiera la máxima pena, esta se reduciría a 5 años, con lo cual sería suspendida.
Tras declarar la procedencia del proceso inmediato contra el húngaro, el juez a cargo de la audiencia suspendió la misma para que la defensa del bailarín y la Fiscalía intenten llegar a acuerdo respecto a la pena a imponer y la reparación civil para Korina Rivadeneira.
En el remoto escenario que no se logre un acuerdo entre las partes, el bailarín enfrentará un juicio oral donde no tendrá beneficios como una reducción de pena.
Cuando Vajda Zoltan Attila hablaba con su abogado y su traductora, se filtró en el micrófono que esta última dijo al letrado que el húngaro preguntaba si podría “ir a su casa” si es que se acogía a la terminación anticipada.
Húngaro admitió delito
Durante la exposición de la Fiscalía, la representante del Ministerio Público dio un resumen de la declaración indagatoria de Vajda Zoltan Attila. Ahí, informó la fiscal del caso, reconoció que “tocó donde no debía de tocar” y pidió perdón por su actitud.
“(Vajda Zoltan Attila) Señala que este incidente ha sido una situación desafortunada y pide perdón a la persona y su familia. Quiere señalar que nunca tuvo la intención de agredir a la persona de manera indebida, que eso fue parte del baile, que lamenta mucho lo sucedido, que sí efectivamente tocó donde no debía que tocar“, resumió la fiscal.
En el interrogatorio ante la Fiscalía, también se le preguntó al húngaro si sabía que tocar sin consentimiento a una persona es un delito en Perú. Al respecto, respondió que sí, pero que creía que no lo sería por haber sido cometido en un espectáculo de circo.
“Al ser preguntado si tenía conocimiento de que tocar las partes íntimas de una persona constituye un delito, señaló que sí, que tiene conocimiento de ello, pero como se trataba de un espectáculo ahí no sería, según su declaración, un delito”, aseveró la fiscal.
La representante del Ministerio Público también dio cuenta de los resultados de la pericia psicológica que se le practicó a Vajda Zoltan Attila. De acuerdo con este examen, tiene “personalidad con rasgos narcisistas e inestables y baja tolerancia a la frustración con cambios de humos constantes sin ninguna razón aparente”.