EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Ser madre es un acto de amor y valentía, así lo demuestra la empresaria Rosa Medrano, la magistrada Vanahí Bello Dotel, y la activista provida Loren Montalvo, quienes desde sus diferentes roles profesionales comparten una visión común: la maternidad es un regalo de Dios que implica entrega, honestidad y decisiones conscientes todos los días.
En el marco del Día de las Madres la edición de este jueves, del programa “Aquí Hablamos Claro”, que transmite la plataforma digital El Nuevo Diario TV, mostró las historias de estas tres madres exitosas que han decidido vivir con propósito, conscientes de que el verdadero éxito no siempre se mide en logros profesionales, sino en el legado de amor, fe y valores que dejan en sus hijos.
(Ver programa).
“Hubiera elegido ser madre y esposa a tiempo completo”
Para la empresaria Rosa Medrano, mantener un equilibrio en los múltiples roles de su vida ha sido un desafío constante, por lo que de haber sido posible habría elegido ser madera y esposa a tiempo completo.
«Ha sido todo un reto mantener el equilibrio entre ser madre, profesional y esposa”, confesa, al recordar que a los 14 años se insertó en el mundo laboral, lo que le impidió dedicar tanto tiempo como hubiera querido a la crianza de sus hijos en sus primeras etapas.
“No ha sido fácil, ojalá yo haber podido dedicarme, durante la primera infancia de mis hijos, a pasar más tiempo con ellos”, comenta.
Esta exitosa empresaria, afirma ser consciente de que no siempre se puede cumplir con todos los roles al máximo. Sin embargo, la honestidad y tener siempre una buena organización le permite sentirse orgullosa de la labor y el papel que ha jugado en la vida de sus hijos y “cómo la influencia de mi madre marcó la diferencia en todo este trayecto”.
“Aunque el mundo nos quiera decir que se puede ser una tremenda madre, una tremenda empresaria, una muy buena esposa, una buena ciudadana, cuando se juegan todos los roles se hace muy difícil, yo diría que es imposible ser eficiente en todo, siempre hay uno de los roles que no se puede jugar al 100%”, comenta.
“El tiempo que uno invierte en los hijos siempre es bien invertido”
Desde su labor como activista provida, Loren Montalvo reflexiona sobre las decisiones cotidianas que implica la maternidad y la importancia de saber priorizar.
“He tratado de aprender a priorizar, he tratado de saber cuándo es mejor pasar tiempo con mi hijo que hacer algo que, quizás, en unos años no será tan significativo”, expresa.
Loren reconoce que no siempre se siente satisfecha con todas sus decisiones. No obstante, ha aprendido que, en la crianza, el amor se demuestra con presencia. Por tanto, para ella, cada minuto dedicado a su hijo tiene un valor eterno.
«El tiempo que uno invierte en sus hijos definitivamente es siempre bien invertido”, comenta.
“La entrega de una madre es incondicional”
Desde la justicia, Vanahí Bello Dotel ha vivido la maternidad como una entrega sin límites, porque considera que el amor de madre no conoce condiciones y que el compromiso con los hijos va más allá del deber.
«Ser madres es un compromiso de amor y el amor es incondicional, por tanto, no puede existir entre esa madre y esos hijos ninguna limitación para que uno se entregue a esa labor porque esa labor es entre dos: madre e hijo”, indica.
Cree firmemente que el tiempo de los hijos no puede ser limitado ni negociado, porque su bienestar emocional depende, en gran parte, de la presencia y el sacrificio consciente de sus madres y padres.
“Nosotras tenemos que ponderar, que hay que sacrificar en muchas ocasiones aspectos de nuestras vidas, porque el tiempo de los hijos es el que ellos necesitan, uno no puede limitarlo”, explica.
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