Kamila Rodrigues Cardoso, una joven brasileña de 21 años, dejó atrás las pasarelas, los concursos de belleza y una prometedora carrera como modelo para abrazar una vida religiosa. Hoy es conocida como la hermana Eva y forma parte de la Congregación Sancta Dei Genitrix, una comunidad espiritual independiente que ha ganado notoriedad en redes sociales por su labor solidaria.
Su historia ha generado admiración y sorpresa en Brasil y otros países de habla hispana, especialmente después de que un video donde se la ve vendiendo llaveros para financiar la construcción de su convento se hiciera viral en TikTok. El contraste entre su pasado glamuroso y su presente espiritual ha captado la atención de miles alrededor del mundo.
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Su historia
Kamila creció en una familia católica y desde pequeña sintió afinidad por el mundo del modelaje. Ganó concursos locales e internacionales, lo que le permitió proyectarse hacia plataformas más grandes como Miss Brasil y, eventualmente, Miss Universo. Era vista como una de las jóvenes promesas de la belleza brasileña, con un futuro lleno de oportunidades en el ámbito del espectáculo.
Sin embargo, su historia personal escondía heridas profundas. A los 9 años perdió a su padre, una pérdida que marcó su niñez y dejó secuelas emocionales en su adolescencia. Durante años, lidió con depresión y ansiedad. En entrevistas ha compartido que inicialmente creyó que el modelaje, los aplausos y el reconocimiento público podrían llenar ese vacío existencial. Pero con el tiempo descubrió que ese mundo, por glamuroso que fuera, no le ofrecía la paz que tanto buscaba.
Este proceso de introspección se intensificó a lo largo de los años, llevándola a replantearse sus prioridades y su propósito de vida. Así comenzó su acercamiento a la fe, primero como un intento de consuelo y luego como un llamado espiritual que fue creciendo en ella. Kamila empezó a asistir con mayor frecuencia a misa, a rezar el rosario y a buscar espacios de silencio que le ayudaran a reencontrarse consigo misma.
“Ser modelo ya no me llenaba el corazón”
La experiencia decisiva llegó durante una misa ordinaria, donde Kamila, sumida en oración, quedó profundamente conmovida por la presencia serena de una monja.
Aquella imagen encendió en ella una certeza que venía gestándose: su verdadera vocación era otra. La joven decidió visitar un convento, y durante esa estancia breve, confirmó que el servicio espiritual le ofrecía una plenitud que jamás había experimentado como modelo
Pocas semanas después, Kamila dejó definitivamente el mundo de la moda, se integró a la Congregación Sancta Dei Genitrix y adoptó el nombre de Eva, evocando un nuevo comienzo, una nueva identidad. La congregación, aunque independiente de la Iglesia Católica Apostólica Romana, tiene una fuerte presencia espiritual y social en Brasil, y está liderada por el sacerdote José Ribamar Dias, una figura con más de 280 mil seguidores en redes sociales.