La soprano dominicana concluye un año brillante con conciertos en tres continentes.
Viena.— Nathalie Peña-Comas vive uno de esos años que quedan tatuados en la trayectoria de cualquier artista. Y todavía no termina. La soprano dominicana se prepara para un cierre de 2025 tan intenso como el resto de su calendario: una ruta que la llevará por Hungría, España, Estados Unidos y Taiwán en poco más de seis semanas.
El tramo final arranca el 20 de noviembre en Mosonmagyaróvár, Hungría, donde ofrecerá el primero de dos conciertos; el segundo está pautado para el día 21 en Tatabánya. Desde allí volará a España, país que la recibirá en dos escenarios de peso: el Auditorio Nacional de Música de Madrid, el 25 de noviembre, y el Fórum Evolución Burgos, el día 26. Para diciembre, la soprano cruzará el Atlántico para presentarse el 7 en Washington D. C. y despedirá el año en Asia, con dos funciones el 30 y 31 de diciembre en el Teatro Nacional de Taipéi junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Taiwán. Un cierre majestuoso para un 2025 que ha sido decisivo en su carrera.
El año comenzó fuerte. El 14 de enero protagonizó el tradicional Concierto Altagraciano en la Basílica de Higüey y, apenas una semana después, ya estaba en Múnich para presentarse en un concierto del Immling Festival. Febrero la llevó al Festival de Cine Global, donde participó en la presentación del documental Donde floreció una devoción, y el día 27 ofreció un recital en el Museo de Historia de Suecia, consolidando su presencia en la escena cultural nórdica.
La primavera europea la encontró entre Roma y México. El 3 de marzo interpretó un recital en la Iglesia San Juan Bautista de los Florentinos y el día 5 se presentó en la histórica Academia Nazionale Santa Cecilia, una actuación transmitida por RAI 3 que amplió su visibilidad en el continente. A finales de mes, el 21 y 22, viajó a Mazatlán para protagonizar Vals entre las sombras en el Teatro Ángela Peralta, donde fue recibida con una ovación.
En junio celebró un regreso emotivo a Santo Domingo, como solista del Réquiem de Mozart en el Teatro Nacional Eduardo Brito, antes de dar un salto hacia uno de los escenarios más exigentes del mundo: el Festival de Ópera de Viena. Allí interpretó a Violetta Valéry en La Traviata durante seis funciones entre el 3 y el 19 de julio.
Agosto y septiembre extendieron su mapa artístico. Participó en la presentación del libro Obras para Flauta del maestro Luis Mena y, a partir del 12 de septiembre, recorrió Italia, Turquía y varias ciudades de Rusia, siempre acompañada por su hermana, la flautista dominicana Evelyn Peña-Comas.
Con una agenda que cruzó Europa, América y Asia, Nathalie Peña-Comas consolida en 2025 su presencia en el circuito lírico internacional, demostrando una madurez artística que sigue abriéndole puertas en los grandes escenarios del mundo.
