El flamante presidente boliviano, el centroderechista Rodrigo Paz, optó por un gabinete tecnócrata y menos político con fuerte énfasis en la economía al designar el domingo a su equipo de 14 ministros, entre ellos tres mujeres, a quienes encargó su máxima: “Llevar Bolivia el mundo y traer el mundo a Bolivia”.
La cancillería quedó a cargo de Fernando Aramayo con poco recorrido en la diplomacia, pero amplia trayectoria en organismos internacionales. Trabajó para el Programa de Naciones para el Desarrollo, mientras que el equipo económico será comandado por el economista José Gabriel Espinoza, analista y exdirector del Banco Central quien estará apoyado por el ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, economista de amplia trayectoria pública y en organismos financieros internacionales.
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Paz, de 58 años, ganador de los comicios, se planteó el sábado con el desafío de abrir una nueva era política en Bolivia tras casi 20 años de hegemonía socialista y dijo en su juramentación que heredó “un país devastado y cansado” por peor crisis económica en 40 años , con una dura escasez de combustibles que afecta la producción agropecuaria disparando los precios de los alimentos.
“Estamos apostando por la meritocracia y la eficiencia”, explicó el mandatario al señalar que en los casi 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025) se privilegió a los sindicatos y movimientos sociales en la conducción de ministerios. «Yo quiero preguntar dónde está el gas natural que nos prometieron. Estamos peor», señaló el nuevo presidente.
