El politólogo y analista internacional Luis González advirtió sobre lo que considera un uso excesivo de la fuerza por parte de Estados Unidos en sus recientes operaciones en aguas del Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
En una entrevista al periódico Hoy, González calificó estas acciones como parte de una estrategia de imposición geopolítica que revive prácticas del pasado.
“Se trata de un Estados Unidos que vuelve a prestar atención a América Latina, pero no para cooperar, sino para imponer su política y promover golpes de Estado”, afirmó.

Es una acción de fuerza camuflada como lucha antidrogas. A Maduro lo acusan de narcotraficante sin pruebas, y eso justifica operaciones militares que no respetan normas internacionales”, denunció.
El politólogo también hizo referencia al concepto de “poder inteligente” desarrollado por el académico estadounidense Joseph Nye, que combina el uso del poder duro (militar y sanciones) con el poder blando (cultura, diplomacia, narrativas). Según González, Estados Unidos está optando por el poder duro, dejando de lado el equilibrio que permitiría una salida negociada a los conflictos.
“Si quieres la paz, no es imponiendo ni violando normas, es buscando acuerdos. El poder debe usarse sin abusarse”, subrayó.
En su análisis, González comparó la situación actual con la invasión a Panamá en 1989, cuando Manuel Antonio Noriega fue derrocado bajo acusaciones de narcotráfico. A su juicio, documentos desclasificados han demostrado que el trasfondo fue político, y que ahora se estaría aplicando una “Doctrina Monroe 2.0”, con la intención de intervenir en gobiernos no alineados con Washington.
También mencionó el caso de Perú, donde insinuó que la destitución de la presidenta Dina Boluarte podría estar influenciada por intereses externos, en un patrón que busca favorecer gobiernos afines a la política estadounidense en la región.
“Estados Unidos quiere inmiscuirse en todos los gobiernos que no le son afectos. Lo hizo antes con dictaduras militares, y ahora parece que va por el mismo camino, o incluso peor”, concluyó.

