KINGSTON, Jamaica (AP) — El huracán Melissa se intensificó el lunes a categoría 5 mientras se acercaba a Jamaica, donde los meteorólogos advirtieron que provocará inundaciones catastróficas, deslizamientos de tierra y daños extensos a la infraestructura. Se prevé que sea el huracán más fuerte en azotar la isla desde que comenzaron los registros en 1851.
Melissa, a la que se atribuyen seis muertes en el norte del Caribe mientras se dirigía hacia la isla, se disponía a tocar tierra el martes en Jamaica antes de llegar a Cuba más tarde ese día para luego dirigirse hacia las Bahamas. No se tiene previsto que afecte a Estados Unidos.
En anticipación a las dificultades que se avecinan para su país, el primer ministro jamaicano Andrew Holness dijo: “He estado rezando de rodillas”.
Hanna Mcleod, una recepcionista de hotel de 23 años en la capital jamaicana de Kingston, dijo que cubrió las ventanas de su casa, donde su esposo y su hermano se están quedando. Abasteció su hogar con carne enlatada y caballa, y dejó velas y linternas por toda la casa.
Lea más: Huracán Melissa: ¿Corren peligro los dominicanos en Jamaica?
“Sólo les dije que mantengan la puerta cerrada”, afirmó. “Definitivamente estoy preocupada. En realidad esta es la primera vez que experimentaré un huracán de este tipo”.
La categoría 5 es la más alta en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos que superan los 250 km/h (157 mph). Melissa será el huracán más fuerte en la historia en azotar directamente a la pequeña nación caribeña, de acuerdo con Jonathan Porter, meteorólogo en jefe de AccuWeather.
Se espera una marejada ciclónica de hasta cuatro metros (13 pies) a lo largo de la costa en Kingston, que Porter dijo alberga infraestructura crítica como el principal aeropuerto internacional de Jamaica y plantas de energía.
“Esto puede convertirse en una verdadera crisis humanitaria muy rápidamente, y es probable que haya necesidad de mucho apoyo internacional”, advirtió Porter en una entrevista telefónica.
Sistema con vientos de 280 km/h
El lunes por la tarde, el vórtice de Melissa estaba unos 230 kilómetros (145 millas) al suroeste de Kingston, Jamaica, y unos 525 kilómetros (325 millas) al suroeste de Guantánamo, Cuba, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus iniciales en inglés), con sede en Miami. Tenía vientos máximos sostenidos de 280 km/h (175 mph) y se desplazaba en dirección oeste-noroeste a 5 km/h (3 mph), de acuerdo con el Centro.
Algunas áreas en el este de Jamaica podrían recibir hasta 76 centímetros (30 pulgadas) de lluvia, y se espera que en el oeste de Haití caigan 40 centímetros (16 pulgadas), según el NHC. “Es probable que ocurran inundaciones repentinas catastróficas y numerosos deslizamientos de tierra”, advirtió.
Se ordenaron evacuaciones obligatorias en comunidades propensas a inundaciones en Jamaica, donde se habilitaron autobuses para llevar a la población hacia albergues seguros.
Pero algunos insistieron en quedarse.
“Escucho lo que dicen, pero no me voy”, dijo Noel Francis, un pescador de 64 años que vive en la playa, en la ciudad sureña de Old Harbor Bay, donde nació y creció. “Puedo arreglármelas por mi cuenta”.
Su vecino, Bruce Dawkins, aseveró que tampoco tenía planes de dejar su hogar.
“No voy a ningún lado”, dijo Dawkins, vistiendo un impermeable y con una cerveza en la mano. El pescador dijo que ya había resguardado su embarcación y planeaba pasar la tormenta con su amigo.
Varias ciudades a lo largo de la costa sur de Jamaica ya reportaron cortes de energía a medida que los vientos se intensificaban durante la noche.
“Mi única preocupación es la inundación, porque vivimos cerca del mar”, resaltó Hyacinth White, de 49 años, quien añadió que no tiene planes de evacuar a un refugio.
Las autoridades dijeron que se espera que la marejada ciclónica más grande afecte la comunidad de Black River, en el oeste de Jamaica, donde Sandra Walker era la única vendedora ambulante que seguía trabajando apenas horas antes de la llegada del huracán.
“No tengo otra opción que estar aquí”, señaló mientras ordenaba papas, plátanos verdes, tomates y cebollines en su puesto.
Walker, madre soltera de dos hijos, todavía intenta recuperarse después de que el huracán Beryl destruyó su negocio y su hogar el año pasado. Vive junto al mar, pero no planea ir a un albergue porque tuvo una experiencia “terrible” en un refugio durante el paso del huracán Iván, cuando la instalación contaba apenas con un puñado de latas de carne en conserva para compartir.
Funcionarios del gobierno jamaicano expresaron su preocupación debido a que había menos de 1.000 personas en los más de 880 albergues habilitados en toda la isla.
“Estamos muy, muy por debajo de lo que se requiere para un huracán de categoría 5″, explicó Daryl Vaz, ministro de transporte de Jamaica, quien instó a la población “a ser inteligentes … Si no lo son, desafortunadamente, pagarán las consecuencias”.
Tormenta récord para Jamaica
La tormenta de lento movimiento ha causado la muerte de al menos tres personas en Haití y una cuarta persona en República Dominicana, donde otra persona sigue desaparecida. Dos más murieron en Jamaica durante el fin de semana, cuando cortaban árboles antes de la tormenta.
“No es algo con lo que se deba jugar”, dijo el ministro de Agua y Medio Ambiente, Matthew Samuda. “Prácticamente ya no hay tiempo para preparativos”.
Más de 50.000 clientes estaban sin electricidad. Se reportaron deslizamientos de tierra, caída de árboles y tendido eléctrico antes de la llegada de la tormenta.
En el este de Cuba, se encontraba vigente un aviso de huracán para las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, al tiempo que Las Tunas estaba bajo aviso de tormenta tropical. Se pronosticaron hasta 51 centímetros (20 pulgadas) de lluvia para partes de Cuba, junto con una marejada ciclónica significativa a lo largo de la costa.
Las autoridades cubanas informaron que evacuarían a más de 600.000 personas de la región, incluida Santiago, la segunda ciudad más grande de la isla.
Evan Thompson, director principal del servicio meteorológico de Jamaica, advirtió que la limpieza y la evaluación de daños se retrasarían severamente debido a posibles deslizamientos de tierra, inundaciones y carreteras bloqueadas.
Será la primera vez en la historia reciente que una tormenta de categoría 4 o mayor toque tierra en Jamaica, dijo Thompson.
Señaló que el huracán Gilbert era una tormenta de categoría 3 cuando golpeó la isla en 1988. Los huracanes Iván y Beryl fueron ambos de categoría 4, pero no tocaron tierra en Jamaica, agregó Thompson.
Un golpe en República Dominicana y Haití
La tormenta ya ha dejado caer fuertes lluvias en República Dominicana, donde se ordenó que las escuelas y oficinas gubernamentales en cuatro de las nueve provincias que aún están bajo alerta roja permanezcan cerradas el lunes.
Melissa causó daños en más de 750 hogares de todo el país, desplazando a más de 3.760 personas. Las inundaciones también han cortado el acceso a por lo menos 48 comunidades, dijeron las autoridades.
En el vecino Haití, la tormenta destruyó cultivos en tres regiones, incluyendo 15 hectáreas (37 acres) de maíz en un momento en que al menos 5,7 millones de personas —más de la mitad de la población del país— sufren niveles críticos de hambruna.
“Las inundaciones están obstruyendo el acceso a tierras de cultivo y mercados, poniendo en peligro las cosechas y la temporada agrícola de invierno”, dijo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Melissa es la 13ª tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus iniciales en inglés) pronosticó una temporada superior a lo normal con entre 13 y 18 tormentas con nombre.
